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En el ámbito residencial, se busca el confort, interacción con el entorno y flexibilidad
para el usuario. Los edificios y viviendas inteligentes integran sistemas de
iluminación, electricidad, climatización, multimedia, telecomunicaciones y seguridad
para mejorar la experiencia y eficiencia energética. Se logran espacios más saludables,
seguros y confortables. La tecnología IoT facilita la interacción del usuario con el
sistema. Estos enfoques varían según el tipo de vivienda: unifamiliar, adosada,
rascacielos o comunidad. El objetivo es gestionar de forma automatizada y eficiente los
recursos para el beneficio del usuario final.